Y no está sólo, se acompaña de lo más provecto de la farándula progre y ñoña. Son repetitivos y nauseabundos como un regüeldo de morcilla rancia. Y falsos, y mendaces, y fatuos, y ... bueno ...cosas peores. Algunos incluso les tratan con bastante sarcasmo.
La música no va a desaparecer. La música que es cultura no muere, no está en peligro. Tiene una excelente salud. El Pop está mejor que nunca. (esta tesis se desarrollará poco a poco)
El disco es otra cosa. Si el disco desaparece, desaparece el disco; pero no desaparece la música. El disco no es cultura. Al menos eso es lo que dicen algunas discográficas (véase anuncio de Nuevos Medios, inútil buscarlo en Internet) menos adocenadas que las que apoyan a la banda de saltimbanquis zapateriles abraza-estrados de la progresía que se mqnifiestan. Esos de la SGAE, Promusicae, y similares que proliferan y reb
osan por las alcantarillas de los medios de comunicación afines afincados en el negocio de vender humo envasado en papel prensa o papel cuché.Por cada disco que estos agoreros mequetrefes (sea Loquillo, Víctor Manuel, Aute, Bisbal, Ana Belén, Ríos, Carmona, Flores...) dejan de perpetrar, cientos o miles de músicos componen, graban y en muchos casos regalan, cientos o miles de buenas canciones.
Canciones con corazón.
Como muestra este botón. Los Scorsese, de Valencia que dejan sus canciones aquí.
Queden como banda sonora de hoy aquí:
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Yo no digo que los discos no sean cultura. Imagino que cuando explote definitivamente el formato e-book los escritores también se quejarán. El problema, como todo, es el precio. En vez de sacar discos recopilatorios con DVDs de conciertos y camisetas incorporadas, deberían sacar los discos mondos y lirondos y a precio asequible. En Londres encuentras cantidad de buenos discos a 3 libras y la media está en 6-7 libras. Eso es lo que tendrían que empezar a hacer: rebajar el precio de los discos, de los libros, de las películas de cualquier producto que se pretende sea un bien cultural y que queremos que nuestros jóvenes consuman. Y luego, en lugar de bloquear las descargas en internet, facilitar sitios de descarga baratos, producto fácil, de calidad e instantáneo. En vez de tener que comprar un disco entero el poder obtener canciones sueltas a precios baratos. Y los conciertos? Como se puede tener la caradura de echar en cara a los que piratean la música y cobrar 70-80 euros por un concierto de apenas hora y media?
ResponderEliminarSaludos
Alfredo