Ruinas al Pop (haciendo clic en la foto se escucha arqueologia pop)

viernes, 8 de febrero de 2013

JaPop (o J-pop)

Las sesudas escuchas acusmaticas (o menos) de ruidos y otras músicas experimentales u otras formas de arte sonoro no son siempre la forma más apetecible de disfrutar de la música.
Sin necesidad de dejarse llevar por las bajas pasiones del mainstream más superlativo  y … estimulante, se pueden explorar terrenos pop lejanos.
En algunos casos revisitar el J-pop más chicloso es un agradabilísimo entretenimiento que mejora en su versión video:


Estas seis chicas son Doki-doki. Y no es fácil encontrarlas, identificarlas ni contextualizarlas a no se r que se sepa japonés. Su último disco al parecer se llama dreamcampus la producción de sus canciones muestra claramente de dónde le viene la inspiración a Guille Milkiway con su pretencioso pretendido buen gusto  y su La Casa Azul.

 
Doki-doki son pizpiretas, atractivas y tienen un cierto toque perverso… POP, PoP, pOp, pop

domingo, 3 de febrero de 2013

Ruido y sensaciones - Pauline Oliveros


El contexto emocional y físico en el que se escucha un sonido y en especial la música tiene una influencia importante en la percepción y al los sentimientos y reacciones que provoca. Esto parece  una obviedad cuando se refiere a una escucha  superficial de una canción y es sabido que la mayoría de las personas tienen una o más “canción(es) de su vida (o subida)” y tienen momentos pasados apuntalados en la memoria por piezas musicales (normalmente canciones pop).
Cuando se avanza en la escucha y se acerca uno a la escucha más o menos acusmática 
de música o arte sonoro menos convencional, menos pop o menos previsible, la experiencia de las escucha en distintos momento puede proporcional una gran riqueza de sensaciones.

Una obra maestra de la música, sí música, es la media hora de ruido, ritmos y texturas de la composición de Pauline Oliveros "A Little Noise in the System (Moog System)” de 1966.
No es necesario llegar a una escucha profunda como la propia Pauline desarrolló, para disfrutar de esta pieza. (no conviene escucharla a saltos sino los treinta minutos de una vez. Pruébese.


La  escucha de "A Little Noise in the System (Moog System)” con auriculares, a oscuras, en la cama, justo antes de dormir provoca sensaciones, percepciones y reacciones completamente diferentes a las que produce su escucha durante una sesión de carrera invernal.
 Puede resultar bastante difícil dormir después de escuchar esta música (sí Música), la acumulación de texturas rítmicas y tímbricas con sus crescendos y saturaciones estimula e inquieta, excita y finalmente puede llegar a desvelar durante un buen rato. El silencio tras los 30’ de sonido a un volumen medio o bajo, acompañado por un ligero zumbido de oídos agobia y aparta el sosiego que es buen compañero del sueño.
Correr mientras se escucha por los auriculares esta obra de la pionera Pauline Oliveros es una experiencia singular. A un volumen considerable sólo el jadeo de la carrera interfiere con los sonidos generados por el primitivo sintetizador Moog de Oliveros. La anoxia que embota algunos sentidos hace que se perciba el sonido de la grabación forma distinta. Y ese ruido con sus nada evidentes ritmos acompaña la carrera y parece que da energía suplementaria que compensa en parte la fatiga del corredor y facilita la subida de la última cuesta.
Estas son algunas de la posibilidades de experiencias físicas y corporales provocadas por músicas que consiguen estimular reacciones nuevas o incluso desconocidas. Y esto es un placer al alcance de los que se alejan de la música predecible (que tan buenos ratos de disfrute ofrece) para entrar en una dimensión más arriesgada y de exploración.