A veces prejuzgar lleva a consecuencias no deseadas. En la música, y en especial en el Pop, ocurre con cierta frecuencia. A veces se juzga a un músico por su aspecto o incluso por su voz. Y en ocasiones ese juicio apresurado y basado en elementos secundarios lleva a desestimar artistas y postergar canciones que merecen una escucha y un juicio más completo.
Un ejemplo es Christina Rosenvinge. Su imagen, sobradamente usada y abusada, su historial con fases pizpiretas, culturetas, más o menos secretas y su voz de felpa pero ratonera, no invitan a una escucha atenta de sus canciones.
Craso error. Su último disco, "tu labio superior", cantado en castellano, es un buen grupo de canciones, bastante desiguales estilísticamente, pero con una pátina de calidad inesperada.
A una altura superior al resto encontramos Eclipse que se escucha aquí:
viernes, 12 de junio de 2009
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