Ya han pasado unas semanas. Ya hemos leído posts emotivos y columnas certeras; con dos flechas, tres dianas para ser exactos.
Pero Antonio Vega vale lo que valen sus canciones. Y esas canciones valen lo que valen sus oyentes.
La sensibilidad de los enamorados de la música de Antonio Vega es la vara de medir esas canciones. Esos devotos han aguado sus sentimientos en sus canciones y han diluidos sus emociones y sus lágrimas en las palabras de Antonio Vega, disolvente universal de sensibilidades extremas. Y son esos seguidores los que nos dan cuenta de la grandeza de las canciones de Antonio.
Haciendo un repaso de las personas que conocemos o hemos conocido que han vivido intensamente la música de Antonio Vega, disecando su personalidad, su forma de vivir, entendemos mejor las canciones.
Los poetas verdaderos, los sentimentales a escape libre son ellos. Ellos, los perdidos por la música de Antonio Vega, son los que vale la pena conocer y frecuentar.
Antonio Vega y sus canciones sólo son la lente que nos permite ver con claridad quién es quién. Bendito microscopio de almas.
martes, 2 de junio de 2009
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