Parece ser que frente a estimaciones de hasta 2 millones de participantes y cálculos en torno al cuarto de millón, la empresa Lynce , para la agencia EFE ha contado casi 56.000 personas en una reciente manifestación contra el aborto
No son tantos… ¿o son muchísimos?
En cualquier caso, las masas azuzadas por medios de comunicación al servicio de ignominiosos lideres de partidos políticos y sus secuaces parece que se encuentran especialmente interesadas por este asunto de la legislación sobre el aborto. ¿O es mejor decir interrupción voluntaria del embarazo?. Interrupción voluntaria del embarazo parece un eufemismo apara referirse al aborto voluntario, pero la palabra voluntaria llena de significado la descripción del acto al que se refiere la legislación en cuestión que tantas ampollas levanta aquí y allá, pero especialmente aquí, en España.
Que el aborto voluntario no es un derecho universal reconocido ni reconocible parece elemental, ya que no aparece como tal en ningún compendio de derechos fundamentales ni siquiera secundarios y así lo ha dejado establecido el Tribunal Constitucional (TC) para España. Sin embargo, se pueden encontrar miles de referencias a este derecho a poquito que se rastree en Internet. Y además el feto, según el TC, no es titular del derecho a la vida que protege el art. 15 de la Constitución Española, y por ello la despenalización del aborto fue considerada constitucional por el TC español en su Sentencia 53/1985, que sin embargo, entre otros fundamentos jurídicos nos dejas alguna perlas (¿ensangrentadas?):
- “la vida humana es un devenir, un proceso que comienza con la gestación”, se podria entender como que el no nacido pertenece a la especie humana, ... o no….
- “la gestación ha generado un tertium existencialmente distinto de la madre, aunque alojado en el seno de ésta”, entonces el feto es un individuo perteneciente a la especie humana ... ¿o no?.
Esa sentencia también tiene muchas otras consideraciones que unos y otros hacen circular para justificar posiciones encontradas e intransigentes tipo:
- Nosotras parimos nosotras decidimos
- Asesinos
Es curiosa la batalla tan encarnizada en que ambos bandos están siempre dispuestos a enzarzarse, normalmente usando argumentos de corto alcance o directamente bastardos.
- ¿Cuántos de los presuntos defensores de la vida y firmes opositores de cualquier despenalización del aborto justifican o defienden abiertamente las guerras, o son militares (preferiblemente con graduación)?
- ¿A cuántos de los defensores de un aborto libre, gratuito y sin límites (y sangriento), les repugna ver una corrida de toros y son activistas (léase si se quiere terroristas) animalistas, vegetarianos o asimilados?
- ¿Cuantos firmes defensores-de-la-vida-ante-todo pagaron gustosamente un viaje a Londres o vaya usted a saber dónde a sus ex-novias o hijas o sobrinas para abortar legalmente y, eso sí, discretamente?
- ¿Cuántas de las mujeres que abortaron y defienden ese aborto libre buscan ahora tratamientos médicos que les permitan gestar un hijo a una edad provecta en lucha contra las más elementales reglas de la biología?
Esta sociedad es contradictoria. Pero son esas posiciones contradictorias en abierto conflicto interior las que suelen acabar en actitudes inflexibles en busca de una confrontación que envenena la convivencia.
Independientemente de las creencias religiosas, principios éticos, consideraciones morales y preferencias políticas, hay que legislar el aborto voluntario. El motivo fundamnetal es que a pocos minutos en coche, en avión o en barco nuestros vecinos lo han hecho. Y vecinos más lejanos también. No parece inteligente vivir de espaldas al mundo. Un ejemplo es el Reino Unido, donde la legislación sobre el aborto voluntario es de tipo regional: siendo de las más permisivas en Gales, Inglaterra y Escocia y muy restrictiva (léase prohibicionista) en Irlanda del Norte.
La legislación sobre el aborto debe ser dinámica porque las sociedades cambian. Y las sociedades no necesariamente evolucionan hacia la autocomplacencia y el abandono de algunos principios éticos fundamentales embadurnadas de cierto progresismo, sino también pueden rearmarse moralmente a favor de una defensa rigurosa de la vida. Defensa de toda vida, incluyendo la de los condenados a muerte, los terroristas convictos, los asesinos, los violadores, los enemigos, los genocidas y también los fetos. Todos ellos tienen vidas que deben ser protegidas de la mejor forma posible, y la mejor forma es sin hipocresía. Y por supuesto sin que intervenga el siempre malhadado SEPRONA
martes, 27 de octubre de 2009
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