Ruinas al Pop (haciendo clic en la foto se escucha arqueologia pop)

viernes, 3 de julio de 2009

Cuatro puntos cardinales (y recuerdos)

Parte uno (Norte)
Hay momentos en que la nostalgia se apodera del espíritu y nubla el horizonte del futuro reduciendo el campo de visión al pasado. Este efecto se acentúa al trasladarse a las latitudes más septentrionales. Los sentimientos se encuentran y se enzarzan en revoloteos descontrolados que de cuando en cuando desembocan en combate. A veces, entre asalto y asalto se disfruta de la calma necesaria para volver la vista atrás y recordar con viveza y colorido momentos o eventos singulares.
Hace un cuarto de siglo sucedieron cosas que marcaron muchas vidas.

Parte dos (Oeste):

Son The Smiths, uno de los mejores grupos de la historia del Pop, cantando a un hombre encantador.

Este evento paradigmático ha sido sobradamente rememorado. Y se puede ver prácticamente todo el concierto aquí.
Este vídeo es entrañable para los que asistieron a ese concierto multitudinario del 17 de Mayo de 1985 en el Paseo de Camoens de Madrid. Exactamente la mitad del tiempo del vídeo son planos generales del público. Deliciosa memoria del sudor. Los diez segundos (entre 2:25 y 2:37) de los primeros acordes de la canción reflejan el ambiente de aquel concierto. Las nubes de humo azulado y los saltos en aquella cálida noche madrileña traen memoria de litronas en el parque del Oeste.
Este vídeo puede desencadenar una reacción en cadena de sentimientos y recuerdos con efectos inesperados en los que estuvieron allí con el corazón desbocado y una hipersensibilidad abierta a un nuevo mundo que se abría a sus ojos no acostumbrados al relumbrón de la capital.

Parte tres (Este):
Ese misma primavera de 1985 sucedió algo muy importante e la zona Este de Madrid. El maestro Antoñete cortó tres orejas en una tarde. Hizo una faena que aún se guarda en la retina de algunos ojos que por primera vez disfrutaban de un abono de feria en una andanada de sol de la plaza de Las Ventas.
Aquella misma tarde el sumo maestro Curro Romero cortó una oreja. Difícil desear más y tenerlo. El impacto de aquella tarde, sumado a lo visto antes en esa Feria (Antoñete en otra tarde, el ninguneado Pepín Jiménez), proporciona energía suficiente para mantener la afición a los toros, aunque sea en latencia casi perenne durante un cuarto de siglo.

Parte cuatro (Sur)
La vida se cuaja con recuerdos. La memoria del concierto [mítico?] de The Smiths y de la tarde grandiosa dentro de una excelente feria de San Isidro son el cuajo o flor de cardo en una vida que necesita expulsar el suero de las penas para ser disfrutada. Se necesita dar forma a nuestra vida, como al queso*, para saborear el manjar que son las vivencias. Y para ello, a veces, conviene volver atrás para encontrar el cuajo que tanto bien hace.


*En catalán esta frase seria una especie de pleonasmo por repetición

No hay comentarios:

Publicar un comentario