Con los conciertote música pop aún no se ha llegado a tal nivel de objetividad ni de capacidad para transmitir a los ausentes qué es lo que realmente sucedió en el escenario. Un ejemplo son las crónicas del concierto de Salem en el pasado Primavera Sound.
Ver ejemplos:
Salem, grupo de electrónica espeluznante que combina ordenadores y sintetizador con rapeados fantasmales, estuvieron muy bien.
Salem o cómo destrozar un gran disco en directo. … después de un año de giras siguen sin tener ni idea de cómo mostrarlo en directo. Y a estas alturas la cosa empieza ya a sonar a tomadura de pelo
Salem: Lo que tenía que haber sido algo sobrecogedor, se quedó en nada.
Salem: Aún nos preguntamos si realmente eran los Salem de ‘King Night‘ o si nos los cambiaron en el último momento.
Salem: El witch house les necesita en estudio, pero no tanto en directo. No se trata de que su actuación fuese un desastre total, pero sí quedó claro que la suya es una propuesta demasiado densa y oscura para desenvolverse con garantías en un festival a las dos de la mañana
Otras web de referencia ni se molestaros en asistir...
La disparidad de opiniones se acerca al esperpento. Los extremos aparecen en la prensa generalista (estuvieron muy bien según El Mundo y fueron una tomadura de pelo según El País) mientras que los reporteros menos profesionales y especializados aportan más matices a su descripción de lo hechos (Mondo Sonoro contextualiza y modula).
En otros ámbitos importantes (fútbol) o menores (política) este sesgo tendencioso y desagradable se extrema y conduce en principio a la lectura obsesiva de distintas fuentes para entender mejor los hechos y ante la inutilidad de tales esfuerzo al descreimiento, el escepticismo y el rechazo a leer crónicas o incluso prensa en general. La credibilidad de los medios de comunicación se juega en todos los campos y todos los días. Si hasta en una critica de un concierto de un grupo minoritario las visiones son tan acentuadamente contrapuestas, cómo confiar en los plumillas…
Por cierto, Salem sonaron más o menos así en Barcelona
La disparidad de opiniones se acerca al esperpento. Los extremos aparecen en la prensa generalista (estuvieron muy bien según El Mundo y fueron una tomadura de pelo según El País) mientras que los reporteros menos profesionales y especializados aportan más matices a su descripción de lo hechos (Mondo Sonoro contextualiza y modula).
En otros ámbitos importantes (fútbol) o menores (política) este sesgo tendencioso y desagradable se extrema y conduce en principio a la lectura obsesiva de distintas fuentes para entender mejor los hechos y ante la inutilidad de tales esfuerzo al descreimiento, el escepticismo y el rechazo a leer crónicas o incluso prensa en general. La credibilidad de los medios de comunicación se juega en todos los campos y todos los días. Si hasta en una critica de un concierto de un grupo minoritario las visiones son tan acentuadamente contrapuestas, cómo confiar en los plumillas…
Por cierto, Salem sonaron más o menos así en Barcelona
Y aunque su propuesta no es sencilla y su puesta en escena, especialmente en un festival, parece arriesgada, siguen siendo uno de los grupos mas interesante s del final del primer decenio del siglo XXI
Y aunque su propuesta no es sencilla y su puesta en escena, especialmente en un festival, parece arriesgada, siguen siendo uno de los grupos mas interesante s del final del primer decenio del siglo XXI
No hay comentarios:
Publicar un comentario