Cuando solo se escriben cosas así, es mejor dejar de escribir
martes, 16 de abril de 2013
escribir o no escribir
Me levanté esta mañana
Woke up this morning
Cogí a mi chica
Took my baby away
Calle abajo
Walking down the street
Donde mueren los buenos
Where the good men die
Y la besé
And I kissed her
La quiero tanto…
Love her so much...
viernes, 8 de febrero de 2013
JaPop (o J-pop)
Las sesudas escuchas acusmaticas (o menos) de ruidos y otras músicas experimentales u otras formas de arte sonoro no son siempre la forma más apetecible de disfrutar de la música.
Sin necesidad de dejarse llevar por las bajas pasiones del mainstream más superlativo y … estimulante, se pueden explorar terrenos pop lejanos.
En algunos casos revisitar el J-pop más chicloso es un agradabilísimo entretenimiento que mejora en su versión video:
Estas seis chicas son Doki-doki . Y no es fácil encontrarlas, identificarlas ni contextualizarlas a no se r que se sepa japonés. Su último disco al parecer se llama dreamcampus la producción de sus canciones muestra claramente de dónde le viene la inspiración a Guille Milkiway con su pretencioso pretendido buen gusto y su La Casa Azul.
Doki-doki son pizpiretas, atractivas y tienen un cierto toque perverso… POP, PoP, pOp, pop
domingo, 3 de febrero de 2013
Ruido y sensaciones - Pauline Oliveros
El contexto
emocional y físico en el que se escucha un sonido y en especial la música tiene
una influencia importante en la percepción y al los sentimientos y reacciones
que provoca. Esto parece una obviedad
cuando se refiere a una escucha superficial
de una canción y es sabido que la mayoría de las personas tienen una o más “canción(es)
de su vida (o subida)” y tienen momentos pasados apuntalados en la memoria por
piezas musicales (normalmente canciones pop).
Cuando se avanza
en la escucha y se acerca uno a la escucha más o menos acusmática
de música o arte sonoro
menos convencional, menos pop o menos previsible, la experiencia de las escucha
en distintos momento puede proporcional una gran riqueza de sensaciones.
Una obra maestra
de la música, sí música, es la media hora de ruido, ritmos y texturas de la composición
de Pauline Oliveros "A
Little Noise in the System (Moog System)” de 1966.
No es necesario
llegar a una escucha profunda, como la propia Pauline desarrolló, para
disfrutar de esta pieza. (no conviene escucharla a saltos sino los treinta
minutos de una vez. Pruébese.
La escucha de "A Little Noise in the System
(Moog System)” con auriculares, a oscuras, en la cama, justo antes de dormir
provoca sensaciones, percepciones y reacciones completamente diferentes a las
que produce su escucha durante una sesión de carrera invernal.
Puede resultar bastante difícil dormir después
de escuchar esta música (sí Música), la acumulación de texturas rítmicas y tímbricas
con sus crescendos y saturaciones estimula e inquieta, excita y finalmente puede
llegar a desvelar durante un buen rato. El silencio tras los 30’ de sonido a un
volumen medio o bajo, acompañado por un ligero zumbido de oídos agobia y aparta
el sosiego que es buen compañero del sueño.
Correr mientras
se escucha por los auriculares esta obra de la pionera Pauline Oliveros es una
experiencia singular. A un volumen considerable sólo el jadeo de la carrera
interfiere con los sonidos generados por el primitivo sintetizador Moog de
Oliveros. La anoxia que embota algunos sentidos hace que se perciba el sonido
de la grabación forma distinta. Y ese ruido con sus nada evidentes ritmos acompaña
la carrera y parece que da energía suplementaria que compensa en parte la
fatiga del corredor y facilita la subida de la última cuesta.
Estas son algunas
de la posibilidades de experiencias físicas y corporales provocadas por músicas
que consiguen estimular reacciones nuevas o incluso desconocidas. Y esto es un
placer al alcance de los que se alejan de la música predecible (que tan buenos
ratos de disfrute ofrece) para entrar en una dimensión más arriesgada y de exploración.
viernes, 25 de enero de 2013
HiperAvila
El tiempo y las energías, especialmente a ciertas edades, son finitas y en ciertos casos bastante limitadas ya. Por ello, a la hora de decidir a qué dedicar tiempo y, sobre todo, energía es necesario elegir cuidadosamente. Una de las opciones es una (léase La) ciudad, en este caso Ávila.
Estar en Ávila (física o mentalmente), hablar de Ávila, leer sobre Ávila, reflexionar acerca de Ávila y, en fin, amar a Ávila toma su tiempo y la recompensa de estas actividades o(o pasividades) es un bocado agridulce.
La mayoría de las veces es más apetecible leer las noticias de Ávila bien contadas, o más prolijamente detalladas, o simplemente censuradas, que seguir la mejor tamizada información sobre la Unión Europea.
Aún más apetito, y con tendencia a crear adicción es degustar los posts,y especialmente los comentarios de los lectores, del blog los4palos, donde abulenses enamorados (al menos de su ciudad) muestran sus dotes para la escritura, el humor y el sarcasmo u otros con menor dedicación o devoción a la ciudad. Si se dispone de tiempo el seguimiento de los plenos del Ayuntamiento de Ávila (tanto en vivo vía webstreaming como grabados en youtube) proporciona momentos únicos que oscilan entre carcajadas y retortijones.
Si se hace lo antes dicho con cierta frecuencia es probable acabar leyendo interesantes libros sobre Ávila o enviando coreos electrónicos a abulenses para hablar de cosas como la textura ideal de las patatas revolconas o dónde está Julito Panín… por no hablar de engendros como Twitter dedicados a ello.
Este tipo de vida (pasar el tiempo es vivir) implica un cierto distanciamiento de la aldea global para quedarse en la aldea a secas o como mucho en la Aldea del Rey Niño, y olvidarse del efecto mariposa y otros eslóganes pomposos (Piensa globalmente, actúa localmente).
Aunque teóricos de la subcultura contemporánea urbana entiendan que la "glocalizacion" y el localismo presentan un importante atractivo para una generación desamparada por La Crisis (the Lesser Depression para expertos de referencia), estar enamorado de Ávila es una forma más de afirmarse en el "hiperlocalismo".
La tendencia, o la preferencia, por el "hiperlocalismo" como actitud vital se refuerza con la muralla, con los Topami y aspirantes (quien le habrá escrito las respuestas a éste), con dietas hipercalóricas y frialdad social.
Foto hiperlocal subproducto de la subcultura contemPOPranea urbana (version capital de provincia)
Estantería
de adentro,
no-pop
sábado, 12 de enero de 2013
De concierto y sin poder escribir
Tras ir a un concierto como éste, y disfrutarlo!... se tarda un tiempo en recuperar las capacidades necesarias para la expresión escrita...
Nota 1: se recomienda su escucha a volumen cercano al umbral de dolor de oidos
Nota 2: una cabeza de entre el publico es reconocible
Nota 1: se recomienda su escucha a volumen cercano al umbral de dolor de oidos
Nota 2: una cabeza de entre el publico es reconocible
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