El boss...

Creo que no voy a estar en Bilbao el 26/07/09, ni en Santiago el 28/07/09, ni por Valladolid el 29/07/09, por supuesto no en Benidorm el día de San Ignacio, y ni siquiera el 02/08/09 en Málaga. Y estoy muy seguro de ello por que esos son los días en los que el inefable Bruce Springsteen pretende presentar su nuevo disco “Working on a Dream” en España. Este año no viene a Bélgica. Yo creo que sé porqué.

Y es que para repetir lo que hizo el año pasado en el Palacio de los Deportes de Amberes, mejor que “arrodee” ... Yo estuve allí (70 EUR), y lo que me encontré es difícil de describir. Un sonido penoso, una especie de David Bisbal canoso, vestido de negro, haciendo payasadas y dando gritos superfluos entre canción y canción de un repertorio que durante dos horas y media no hizo más que repasar caminos que él tiene sobradamente recorridos, y nosotros nos sabemos de memoria.
Y no lo voy a dejar ahí. Sigo. El sonido que nos vendió el bufón este de New Jersey fue deplorable. Al parecer, no sólo en Amberes, sino también en otras ciudades (Madrid). Un murete de ruido (nada que ver con los muros de sonido de Phil Spector, ni con las auténticas murallas) que no dejaba reconocer el sonido de una sobrepoblada banda. de buenos músicos. Digo yo que ... a cuento de qué viene mantener la E Street Band (11 músicos) con una formación pasada de moda (ya no hace falta alardear del numero de músicos en una banda.... si con el noneto de Miles ya se tocó techo...) si es imposible apreciar como toca cada músico. Nunca he oído nada sonar así. Ni siquiera en el viejo Palacio de los Deportes de Felipe II.

Y es que este genio del botox-rock ya me tiene harto. Lo de Amberes (70 EUR, insisto) fue impresentable. Y eso que era la primera vez que veía al Jefe en directo. Y casi seguro la última.

Ya es suficientemente definitorio alguien que se deja llamar, y alardea de ello, el boss. En este video recentísimo se comprueba como le gusta ser "el boss" y la tersura de su infiltrada/recauchutada faz. Él fanfarronea sobre “Soy El Jefe. El Jefe decide las canciones. Nadie más decide...la gente sugiere”, insisto, él es americano y boss es una palabra plena de connotaciones en Estados Unidos. Luego dice que su intervención en el descanso de la Super Bowl es una “experiencia nacional y por extensión con el mundo”. ¡Anda ya!.

Si Bruce quiere volver a Nebraska allí nos encontraremos. Reconozco que yo sí baje al río con él. Y en Lincoln nos preguntaron el porqué de lo que habíamos hecho...
Pero ya está bien. Desde 1982 (Naranjito) no ha hecho más que repetirse como un ajoblanco revenido. Discos y más discos durante la época de las vacas gordas (antes del mp3) con una producción odiosa que hace que los discos se parezcan uno a otro como dos presidentes del Madrid... Y es que me he escuchado el ultimo disco. Y ha sido un suplicio. Hace buenos a los muy mediocres discos immediatamente posteriores a Nebraska. Que a la gente le gusta el “Born in the USA”, vale, allá ellos, algo de sinceridad (poca y escondida) quedaba. O el disquete folkie de las “The Seeger Sessions” que no está mal, pero no deja de ser una frivolitée. Pero el resto de los discos desde 1982 son insufribles.

No es fácil encontrar críticas desfavorables a este tipo, por eso satisface encontrar alguna

¡Ah! Voluntariamente he omitido comentarios sobre su buenagentismo político, asimilable a los progres de cabecera del ojitosazules/caritabueno...

Eso lo dejamos para otro día, que me salen posts muy largos