A
veces en ciertos antros se descubren músicos y seres que parecen salidos de
películas de terror o de pesadillas. Y sin embargo son interesantes
musicalmente y creativamente. Y acaban gustando.
Un
dúo de chica y chico puede atemorizar y apabullar tanto como una horda dehooligans envalentonados si
saben cómo (mal)tratar sus instrumento musicales y su actitud en el escenario
es como la que tienen OvO, un dúo de hombre (?) y mujer (?).
OvO
actuaron en el ya casi hogareño Magasin 4 junto a Nadja, que
en principio eran el grupo más interesante (pese a la opinión ultracrítica de
ciertos cazurro-leoneses)
de la velada zumbidista (drone). El también duo Nadja sonó algo más ambient que
genuino drone doom, siempre
interesante. Nadja ue
algo parecido a esto, y su quietismo en escena
OvO
es el sonido del infierno. Y la visión del infierno. Efectivamente
parece que Satán esté cantando. Y como bien se ha
dicho no es fácil, clasisficarlos (Not noise, not metal, not doom, not punk,
not rock and roll, even if there’s a little bit of all these genres)
Hay
una buena colección de sus videos aquí. Y
para hacerse una idea este video tiene buena calidad de sonido e imagen (esto
es buena calidad de sonido):
La
imagen de una especie de pilier con
máscara de luchador mejicano vistiendo una camiseta imperio negra, una falda
negra de tablas
y unas botas Dr. Mertens aporreando
un miniset de percusión acompañado por una pequeña bruja vestida de bruja con rastas hasta los corvejones y
"tocando" una stratocaster blanca sobrepasa
el umbral de inquietante para acercarse más a lo aterrorizante.
Otro video aquí:
Y
esto provoca una sensación de estar asistiendo a lo que ocurre un poco más allá
de donde se pensaba que estaba el límite. Y gusta.